No one can find me here in my soul


sábado, 19 de febrero de 2011

Tormenta (continuación)

Un día a la luna quiso probar, se dirigió a ella sin ningún pesar.

- Majestuosa la noche no habría brillado sin nubes que velen un rostro apagado.
- Criatura insolente, mi poder conocerás. Por esta afrenta, sin pasión vivirás.
- Vieja malhumorada, ¿qué misterio puede haber en una roca gastada?
- Ignorante que pare nubes por su infecunda nariz, ahora sin esfuerzo tornarás infeliz.

El dragón silenció y continuó su camino. Desconocía si en verdad, algo había perdido.


3 comentarios:

  1. Esperamos la próxima entrega de sus andanzas

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  2. Me recuerda a Juan de Mena, por cierto:



    241 Pulmón de linçeo allí non fallesçe,
    de yena non menos el nudo más tuerto,
    después que formada de espina de muerto,
    e ojos de loba después que encaneçe,
    medula de çiervo que tanto envejesçe
    que traga culuebra por rejuvenir,
    e de aquella piedra que sabe adquerir
    el águila quando su nido fornesçe.

    242 Allí es mesclada grant parte de echino,
    el qual, aunque sea muy pequeño pez,
    muchas vegadas e non una vez
    retiene las fustas que van de camino;
    pues non menos falta la que chimerino
    se engendra por yerro de naturaleza,
    e pieças de aras que por grant alteza
    son dedicadas al culto divino.

    243 Espuma de canes que el agua resçelan,
    membranas de líbica sierpe çerasta,
    çeniza de fénix, aquella que basta
    huesos de alas de dragos que buelan,
    de otras vipéreas sierpes que velan
    dando custodia a las piedras preçiosas,
    e otros diversos millares de cosas
    que el nombre non saben aun los que las zelan.


    http://es.wikisource.org/wiki/Laberinto_de_fortuna

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  3. Me gustan las alegorías de Juan de Mena. Gracias por el texto.

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