No one can find me here in my soul


martes, 28 de junio de 2011

La paradoja de las manos sucias

¿Puedo acaso relegarme a la felicidad?
Y siendo tal dicha, ¿cómo es posible encontrarle inconveniente?
Es como llorar durante una masturbación.
Cuando mi destino era infausto, escribía más.