No one can find me here in my soul


jueves, 14 de noviembre de 2013

En lo profundo

Cuando te miro, veo cosas que no se pueden describir con palabras; y que no se pueden ver sólo con los ojos.
Es el despertar de una conciencia ignorada, de la que no tengo que rendir cuentas a nadie; porque no interesa. Porque nos han enseñado a no comprenderla, a relegarla al vacío.

martes, 22 de octubre de 2013

El vínculo

Muéstrate luminosa mañana
arroyuelo en el camino
o melodía alada

Muéstrate fierecilla temprana
robledal silencioso
insólita madrugada

Muéstrate fragante tierra
oscuros reflejos
en aguas claras

Muéstrate firme corteza
espina insidiosa
con flor de garza


miércoles, 9 de octubre de 2013

Tree in the valley

En un mundo de obviedades,
quiero estar en lo sutil
En un mundo de destellos cegadores
que claman falacias,
quiero estar en los límites de la percepción;
de lo irracional sosegado
contra lo racional inhumano

viernes, 4 de octubre de 2013

Personalidad viral

Y vivir sin decisión; realmente, ¿es vivir? ¿o únicamente consiste en llenar años?

viernes, 12 de julio de 2013

Elementos

Llego a casa y aquí todo tiene sed.
Muerde, tormenta de verano, la tierra de una vez.
Fortuito respiro del lánguido arder,
que el sudor empape por donde pisé.
Y se respire el aliento del bosque después.
¡Qué, de gris despedida, nazca un placer!

Deja que lo imagine porque no lo veré.
A través del anhelo, el espíritu dormiré.

Cuando me mire cansado, le cantaré.

Le cantaré desde dentro,
como abrazada, por el viento.

miércoles, 12 de junio de 2013

Alegorias de la vida I

Devil inside


Entonces aparece El Vacío y se dirige con gesto seductor:

- No creerás que me había olvidado de tí.- Tan repentina muestra de interés dejó a su interlocutora algo aturdida; sin embargo, acertó a responder:

- Eso díselo a quién le importe, puto depredador.- Sus oscuros ojos eran profundos como un abismo. Ella tomó fuerzas para sostener la mirada y evitar aislarse de la realidad.

- ¡Oh, bien! Ya veo, has aprendido a enseñar los dientes. Ja, ja, ja.- Exclamó con sorna. No recibió respuesta.- Mira niña, por muy insolente que seas no me voy a marchar. Lo sabes, ¿verdad?

- ¿Qué quieres de mí? Ya no tengo nada que ofrecerte.

- Claro que sí, de otro modo, ¿me habría llamado tu soledad?

- ¿Mi soledad? ¿Es eso lo que te atrae? Ya ajustaré cuentas con ella. Ahora lárgate.

- A ver preciosa, parece que no lo entiendes. Te has subido a la parra pero yo tengo la sierra; así que, ya sabes lo que me gusta.- El tono lascivo que empleó hizo que un escalofrío le surcara la espalda hasta alcanzar el cuero cabelludo.

- No.- Espetó ella retrocediendo un paso.- No me interesa lo que te guste y no quiero lo que me des a cambio.

- Sigues sin comprenderlo. No es que lo quieras, es que lo necesitas.- Sus largos brazos se balanceaban mientras se le acercaba desgarbado, con las manos abiertas y la espalda arqueada.

- ¡No!- Gritó ella encarándosele con todo su cuerpo en tensión.- ¡Quién coño te crees que eres para decirme lo que necesito!- Replicó airada. El Vacío se detuvo y la observaba atentamente.- No recibirás de mí ni un solo sacrificio más. No me gusta como me haces sentir. No me gusta la autodestrucción, no me gusta el autoengaño. No soporto la sumisión, no quiero dejar de ser yo misma. No voy a ultrajar mi alma. Y no tengo nada que ocultar.- Concluyo con firmeza

- Quieta, fiera.- Respondió en tono burlón.- Tú sola no te puedes proteger, ¿quién te va a aceptar sin mis directrices?

- Sabes, sé que no te gusta que grite. Y tengo muy claro que contigo estoy perdida, sería una inconsciente si me doblegara a tus falsas necesidades. Todo lo que haya que aceptar me concierne a mí misma, voy a tomar esa responsabilidad. Así que lárgate al pozo inmundo al que perteneces; maldito oportunista, porque eres como un mafioso o un extorsionador. Cada vez querrás más y no lo voy a permitir.

- No voy a dejar de observarte.- Replicó amenazante

- Bien.- Le respondió tajante.

- La próxima vez no serás tan persuasiva.- Recibió un silencio indolente por respuesta. Y desapareció.

- Capullo prepotente...- Masculló mientras reanudaba su camino

miércoles, 24 de abril de 2013

El cuenco

Mi mano se ensucia de manchas rojas a consecuencia de la tos, me sorprende aunque no me alarma. Está allí como un muñeco roto, desnudo y tumbado en el suelo con la mirada vacía.
He quedado con un hombre, parece como si él me conociera o me estimara. Es amistoso.
En su casa conozco a su amigo, me gusta. Hablamos brevemente de cosas triviales y me marcho.
Me detengo en la calle junto a otras personas para observar con apatía una fiesta dentro de un escaparate.
Gente bien vestida se divierte entre maniquíes blancos, ajenos al exterior.
¿Gabriel?¿Es su amigo?
Hay un cuenco negro bajo el agua. ¿Lo sostengo o sólo lo observo? Está lleno de caballitos de mar.

Despierto. Me duele la garganta.

domingo, 17 de marzo de 2013

miércoles, 13 de febrero de 2013

A disgusting cheesecake

Se miró al espejo y dijo: "Ay nenita, te estás rayando". Una vez más el miedo a chocar con la realidad, a que las ilusiones que te unen a la vida se materialicen en un remolino descendente alrededor tuya.
Tenía claro que la supervivencia se extiende hasta donde alcanzan los mecanismos de adaptación y que las circunstancias no se adaptan al individuo, bueno, sólo en caso de buena fortuna. Dado que en la última colisión resultó indemne pero quedó sin frenos, esperaba que la fotuna no le deparara una trepidante realidad en pendiente.
Y es que hasta ahora todo había sido como una asquerosa tarta de queso, como esas que venden prefabricadas. El día que pruebas una casera y de buena materia prima, las demás te parecen una mierda para siempre.
Entonces uno se plantea si la mala idea es comer tarta prefabricada o haber probado la delicia.