Sólido: Es un extraño caso de mutismo temporal
provocado por un sentido de la orientación nulo ante el más mínimo indicio de presión, lo que conlleva que las
respuestas se pierdan a medio camino entre la mente y la garganta; y se
acompaña de una cara de tonta predeterminada, como si se colgara el sistema
operativo de un Pentium II.
Líquido: En algunas ocasiones, es una revolución
del propio organismo, los instintos toman armas y se hacen al mando bruscamente.
Lo que induce un rechinar de dientes, molesto testigo de tal conflicto.
Gaseoso: Otras veces, es un puñado de momentos serotonínicos
que se enfrentan en minoría contra una disforia pertinaz, estertórea y fétida como
el gas de una ciénaga; y que, en el cénit de la batalla a la que se entregan
con vehemencia, ignoran su causa.
Plasma: Se dice que existe cierto fuego electrizante
que recorre la espina dorsal y asciende hasta el cerebro con la premura de un
haz de luz deseoso de atravesar unos ojos vibrantes.
CBE: Siempre hay una ilusión estática, silenciosa. Puede ser tan necesaria como una utopía.
muy chulo!
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