jueves, 15 de enero de 2015
Sin sentidos
Eres como el rugir del gas extinguiéndose en la caldera,
como el resplandor fantasmagórico de la lana en una habitación a oscuras,
como el sucesivo montón de besos alrededor del ombligo.
Eres únicamente acorde en tu presencia.
De tribulaciones mórbidas
cree un espejismo
y al llegar al oasis
me recibió el estéril destino.
Era tan puro y brillante que me atrapaba
como la polilla es atraida por el farol.
Como, a veces, la realidad atrapa a una sedienta ilusión.
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Apareces en mí, Duración de sentido.
ResponderEliminarAsí te llamaré porque te amo.
Estabas y venías y yo estaba en la mirada y tú sabías que te contemplaba.
Contemplaba más allá de mis espejos.
Me hablaba para ti, te respondías para mí y no había nada que se transmitiera.
Lo que no tuve te lo di para quien nunca lo pidieras: los espacios se abrieron.
Y en los espacios juegos de ternura.
Y en la ternura nuevos desnacíamos adónde para lo que ha acabado.
Porque ya se ha acabado.
Pero si es infinito.
Si cuando tengo tu verdad en la mente el cuerpo se me enerva de ascensiones.
Si no termino de leerlo escrito en mis intentos.
Si cuando no lo intento puja y me consigue en nuestros.
Solo soy nuestro idioma.
Sujetado a tu idioma.
Lo olvidaste en la boca.
Pero a veces te irrumpe cuando piensas no hablarlo.
Porque tú, infinita.
Mi infinito gemelo.
Eso es, la mente racional con sus fantasias. Que paradójico!
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