Hilos de lava brotan de mis entrañas
serpentean camino de tus marañas
De mil terremotos llené mi vientre
ondulantes anhelos del deleite
Hasta grutas palpitantes
llega tu sonido
y el eco aulla
noches sin testigo
Dame para la tierra
el rocio de la mañana
eriza los cielos
entre mis montañas