No one can find me here in my soul


miércoles, 13 de febrero de 2013

A disgusting cheesecake

Se miró al espejo y dijo: "Ay nenita, te estás rayando". Una vez más el miedo a chocar con la realidad, a que las ilusiones que te unen a la vida se materialicen en un remolino descendente alrededor tuya.
Tenía claro que la supervivencia se extiende hasta donde alcanzan los mecanismos de adaptación y que las circunstancias no se adaptan al individuo, bueno, sólo en caso de buena fortuna. Dado que en la última colisión resultó indemne pero quedó sin frenos, esperaba que la fotuna no le deparara una trepidante realidad en pendiente.
Y es que hasta ahora todo había sido como una asquerosa tarta de queso, como esas que venden prefabricadas. El día que pruebas una casera y de buena materia prima, las demás te parecen una mierda para siempre.
Entonces uno se plantea si la mala idea es comer tarta prefabricada o haber probado la delicia.